Soy amante de la pasta. Podría comerla todos los días, y estoy segura de que muchos de ustedes también. Sin embargo, este año me propuse comer más vegetales y reducir el consumo de harina en mi dieta. En mi búsqueda por mantener todo el sabor de la pasta sin la harina, descubrí algo maravilloso: no se trata de un sacrificio, de dejar de comer algo para luego extrañarlo, sino de sustituirlo con alimentos más nutritivos que, al probarlos, te hacen decir "esto sabe mejor que si fuera pasta". Y esto es precisamente lo que logré con mi receta de calabacines gratinados.
Cuando pruebes estos calabacines gratinados, pensarás que estás disfrutando de una deliciosa pasta con crema de queso. ¡Pruébalos y cuéntame qué te parecen!
Calabacines gratinados en su bechamel
Primero Prepara la bechamel de calabacín:
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